(Esto lo escribí hae muuuuucho tiempo -mental-. Lo encontré el otro día, antes de un formateo. Es bien que la vida te siga sorprendiendo. Y que al cabo de los meses todos tengan solución)
Cuatro veces te largaste.
Cuatro veces me cambiaste la infancia por un mundo
de familia imaginaria
de baraja de mentiras cada vez menos torpes
de escuela de manipulación
Pronto descubrí que era lista
y buena actriz.
Que la gente te quiere más cuando sonríes,
cuando las lágrimas las dejas para las noches de asco.
He engañado a todos por ti.
A todos.
Y cuatro veces reapareciste, con tu sonrisa y tus historias y tus excesos y tus abrazos
Y yo te adoraba, te idolatraba, me repetía que eran ciertas mis mentiras,
que no era culpa tuya.
Que ya nunca más te irías.
La última vez
me salvaste cuando me estaba matando
Me llenaste los huesos.
Me regalaste la oportunidad de admirar,
de vivir sin puertas,
de no mirar a los lados.
Y yo me creí tus falacias porque se parecían mucho a las mías
Perdoné al imperdonable.
Y a ti te convertí en el esclavo de mi esclavitud emocional
Hasta que la niña lista se convirtió en mujer,
cómoda en sus huesos llenos, segura de sus ojos.
Y abandonó las mentiras.
Y disfrutó de su primer presente cierto.
A ti nadie te había salvado de la no-niñez,
Te la sesgaron brutalmente el cáncer de tu protectora
y el desprecio de tu enemigo
Mi libertad te enfureció, mis secretos te atropellaron
Mi egoísmo adolescente embistió contra tu soledad
Y me abandonaste de la forma más cruel
-por teléfono-.
Así que volví a mentir.
Friday, July 07, 2006
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