Tengo el cerebro hecho agua. Llevo dos noches sin apenas dormir y he cogido demasiados aviones en las últimas 72 horas.
Londres, Estambul, Kiev, de vuelta a Londres.
Hoy he amanecido a las 5 de la mañana en Kiev. Ahora estoy en la oficina en Londres y me cuesta trabajo hasta recordar mi nombre. Pero tengo que aguantar, a base del mate que me traje de Buenos Aires, porque tengo una conferencia telefónica a las 7 de la tarde (las 9 en mi cuerpecito). Y luego vete a casa, dúchate, y dedícale un mínimo de tiempo y caricias al novio al que llevas sin ver casi una semana: Londres, Estambul, Kiev, de vuelta a Londres.
Careful what you wish for. ¿Por qué? Porque es ridículo cómo a veces nos pasamos la vida persiguiendo sueños que ni siquiera cuestionamos, pero que están ahí, bien grabaditos en nuestras neuronas, dictándonos cada movimiento, cada sentimiento de éxito o de fracaso. Sacando látigos de entre los espejos en los que nos miramos e hiriéndonos las mejillas con el cuero de los esquemas.
Me di cuenta ayer por la tarde, cuando llegué agotaíta a mi hotel de Kiev. ¿Qué coño estaba haciendo ahí? Sí, el botones muy simpático, la reunión había ido bien y probablemente mi empresa se embolse 5 millones más a final de año. La ducha de hidromasaje también estupendísima y algo había podido ver de la ciudad (siempre es un bonus hacer turismo de gratis) gracias al chófer que me había puesto la empresa, que era un cielo.
Estambul, el día anterior, también muy bonita, y hasta hacía calor, fíjate qué regalo para mi piel.
Qué estupendo todo. Ya. Pero ¿qué coño estaba haciendo ahí, si lo que en realidad me pedía el cuerpo era estar en casita con mi gente y vivir de algo que me haga sentir bien?
Y ahí estaba, delante de mí, la niña Ma moviendo los hilos de la marioneta Ma adulta, con un deje de tiranía y diversión en los mofletes.
De pequeña yo soñaba con ser una ejecutiva agresiva de ésas que se recorren el mundo, hablan idiomas y tienen muchos amantes.
Salvo lo último (monógama, es lo que hay), el resto no anda tan lejos de la realidad. Mi tarjeta dice “ejecutiva”, cualquiera de mis compañeros estará de acuerdo en lo de “agresiva” (me llaman ruth.. diminutivo de ruthless), viajo bastante (demasiado, diría yo, en estos tiempos en los que los aviones innecesarios deberían estar prohibidos) y no ando mal de idiomas.
Así que ahora que ya he cumplido con las órdenes de mis sueños infantiles y que soy ejecutiva, y agresiva, y gano más de lo que podría gastar en el poco tiempo libre que me queda, y viajo por el mundo y tengo un novio extranjero (alternativa aceptable a amantes múltiples), a ver si me desembarazo de una jodida vez de semejantes mandamientos y me dedico a ser feliz.
Levantemos nuestras bombillas (o materas) y brindemos por la muerte del látigo de los sueños infantiles.
Quémemoslos.
2 comments:
Hola Ma!
Yo también me estoy cuestionando si tienen valor los sueños de "yo niña".
Siempre creí que sería una mujer soltera, (con muchos amantes al igual que tu; que por ahora también los cambie por un novio extrangero), con prioridad en su trabajo y estudios de idiomas, viajes...
Ahora vivo con mi novio, no me estoy dedicando con demasiada intensidad a mi trabajo, y tampoco estoy estudiando el idioma que siempre quise aprender. A veces creo que he perdido el norte, otras veces creo que me he relajado, y que lo que antes creía importante no lo es tanto. Pero esto me impide ver hacia donde voy, y tengo miedo de tomar un camino que desde pequeña me prometí que no tomaría.
Creo que estoy en un momento crucial de mi vida, en el que además no soy la única afectada...
Estas segura de que la pequeña "yo" es una tirana, o alguien que con sus ojitos inocentes veía las cosas muy claras?
Que curioso que siempre me haya gustado tanto lo que trasmites con lo diferentes que somos!! me he dado cuenta en tu post!!
Yo cuando de pequeña me preguntaban que queria ser, decia que viuda y jubilada!! como mi abuelo, que vivia muy bien y sin nadie que le molestara.
Bueno viuda no soy..pero voy por el segundo divorcio...los acabo cansando.....por que yo en realidad trabajo meramente para despues marcharme a ver mundo 3 o 4 meses.
La inestabilidad los mata y yo sin ella no vivo...nunca sé cuanto voy a a estar en un lugar ni donde ire después...igual tampoco voy tan mal encaminada en mis deseos de pequeña!!
Miles de besos!!
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