Tal vez lleve algún tiempo preparándome para tu muerte.
Tal vez, porque ése era el sentimiento más desgarrador que me imaginaba sintiendo a tu lado.
Sin embargo, nunca me había preparado para ver tu silueta sentada en el sofá, repitiendo los mismos crucigramas, murmurando por lo bajo las mismas quejas, esposado por las mismas manías. Jamás concebí presenciar a mi héroe, tan lúcido, tan brusco, tan violento, tan inteligente, tan seductor… convertido en anciano, recluido en sus límites de visión, rendido al autosabotaje de su felicidad.
El cerebro se ha secado y ya no absorbe palabras, ni hechos, ni experiencias.
Tal vez, porque ése era el sentimiento más desgarrador que me imaginaba sintiendo a tu lado.
Sin embargo, nunca me había preparado para ver tu silueta sentada en el sofá, repitiendo los mismos crucigramas, murmurando por lo bajo las mismas quejas, esposado por las mismas manías. Jamás concebí presenciar a mi héroe, tan lúcido, tan brusco, tan violento, tan inteligente, tan seductor… convertido en anciano, recluido en sus límites de visión, rendido al autosabotaje de su felicidad.
El cerebro se ha secado y ya no absorbe palabras, ni hechos, ni experiencias.
Ya no eres, a veces, más que un reloj.
La vida es una hilera de absurdos pasatiempos que te ayudan a sobrellevar los días solo, entretenido con actividades cada vez más sencillas, cada vez más precisas, cada vez más iguales. No existe en tus ojos más ilusión que la de los recuerdos. Y ni siquiera éstos son ciertos, los malos se han disipado y sólo quedan aquellos de los que ríes, de cuando tenías 3 años. Como cuando te comiste las cortinas de tu madre y te dio con el palo de la escoba o tu abuelo te llevaba por Madrid contándote historias de la guerra de Cuba.
Me devora la frustración.
Quiero verte feliz, quiero que vivas cada momento sabiéndote amado. Sabiéndote admirado. Con tus defectos, tus manías y tus lentitudes.
La vida es una hilera de absurdos pasatiempos que te ayudan a sobrellevar los días solo, entretenido con actividades cada vez más sencillas, cada vez más precisas, cada vez más iguales. No existe en tus ojos más ilusión que la de los recuerdos. Y ni siquiera éstos son ciertos, los malos se han disipado y sólo quedan aquellos de los que ríes, de cuando tenías 3 años. Como cuando te comiste las cortinas de tu madre y te dio con el palo de la escoba o tu abuelo te llevaba por Madrid contándote historias de la guerra de Cuba.
Me devora la frustración.
Quiero verte feliz, quiero que vivas cada momento sabiéndote amado. Sabiéndote admirado. Con tus defectos, tus manías y tus lentitudes.
Pero te empeñas en no ver más allá de tu rutina.
De tu rutina palpable.
Tus inexplicables, impredecibles, insultantes mecanismos de defensa contra el dolor me han convertido en alguien ajeno. Sólo soy una extranjera del pasado que te echa sal en las heridas cada vez que aparece y te recuerda que tu vida podría ser mucho mejor:
De tu rutina palpable.
Tus inexplicables, impredecibles, insultantes mecanismos de defensa contra el dolor me han convertido en alguien ajeno. Sólo soy una extranjera del pasado que te echa sal en las heridas cada vez que aparece y te recuerda que tu vida podría ser mucho mejor:
PODRÍA SER A MI LADO.
Pero a ti no te valen más presencias que las de los cinco sentidos.
Y yo me muero de pena. Me muero de asco. No estaba preparada para esto.
Sólo tengo un boli negro para pintar y tú eres una pizarra de agua.
3 comments:
A veces la magia deja de ser un truco que me sorprende, y se transforma en palabras que me llegan al alma.
Esta descripcion tuya me parece algo MAGICO .
Un saludo
K.
Me quedo sin palabras y pienso en alguien en Londrés y en lo que yo encontre como lo aqui escrito.
Quizás aunque a ti no te guste, no son tan malas las cosas si el volvio a los recuerdos justos de sus días felices.
Los padres nos dan la vida y nos protegen y nos cuidan y alimentan y educan y somos una parte de la suma de sus esfuerzos y a veces despues de darnos tantisímo, somos nonotros los que por un breve tiempo en comparación o por un instannte, podemos sentir lo que ellos sintieron al tenernos y ayudarlos nosotros a recostarse.
De agradecerles, que nos dieron tanto y bueno que quizas si nossotros nos volvemos desmemoriados, tambien se nos queden los momentos buenos.
Creo que ma sigue haciendo sus cabalas en las pizarras de agua...
Abrazos grandes.
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